El espionaje es otra vez noticia en Europa. Los documentos de Edward Snowden revelan que Estados Unidos estaba pinchando las llamadas telefónicas de varios líderes europeos. Los servicios de contraespionaje del viejo continente o bien están llenos de inútiles congénitos o son más ingenuos que un tierno gatito, pero parece que la NSA estaba espiando a los gobiernos de toda la UE debajo de sus narices.
La reacción europea ha sido la esperada: indignación, sorpresa, protestas airadas y grandes proclamas sobre alianzas traicionadas, confianza rota y demás historias. Algo inaudito, dicen. Esto a un amigo no se hace, etcétera. En realidad, estoy bastante seguro que los servicios secretos europeos se pasan el día intentando hacer exactamente lo mismo en Washington, y lo hacen con igual o más entusiasmo que los americanos. La única diferencia entre ambos es que Estados Unidos tiene más dinero y medios, por una lado, y también tiene un heroico cretino que anda por Moscú explicándolo todo. Los titulares de esta semana son más escandalosos por la incompetencia europea al intentar detener a la NSA que por las escuchas en sí.
¿Suena cínico? Sí, pero no creo que haya otra manera de verlo. Palmerston, uno de los grandes primeros ministros de la inglaterra victoriana, solía decir que “Gran Bretaña sólo tiene intereses, no amigos”. Estados Unidos sigue esa vieja tradición diplomática a rajatabla, y hace bien. Las filtraciones de Snowden probablemente no sorprenden a casi nadie dentro de los servicios de contraespionaje europeos; el daño es a nivel de opinión pública. Entre aliados la norma no escrita es no airear estas pequeñas traiciones (salvo que sea increíblemente obvias – los americanos metieron en la cárcel unos cuantos espías israelíes no hace demasiado), y dejar estas cosas fuera del debate. El problema para Estados Unidos no es haber sido cazado, sino que se haya salido a la luz.
Una nota final: aunque el espionaje a gobiernos no me parece ni sorprendente ni escandaloso, la lectura casi indiscriminada de comunicaciones privadas de la NSA es un tema bastante distinto. Ese es un tema sobre el que no tengo aún una opinión clara, ya que tengo la sensación que realmente no sabemos qué hace la NSA.